Últimamente y ya hace bastante tiempo , me da la sensación de que las redes se han ido transformando en una especie de circo romano, sin sangre material y sin leones, pero con toda la crueldad de la que somos capaces de segregar por todos nuestros poros. He leído algunas veces , bastantes diría yo, y estoy de acuerdo, que el anonimato y la confortabilidad y protección que dan las cuatro paredes , ya no de nuestra casa, sino de nuestra habitación, hace que sintamos una «falsa seguridad» que hace que nos atrevamos a hacer y decir cosas que no nos atreveríamos a hacer cara a cara, y es entonces cuando a salvo de cualquier «represalia» ante nuestra anónima y cobarde valentía, nos atrevemos morbosamente a atacar muchas veces sin motivo aparente a todo aquello que simplemente no nos gusta o simplemente por venganza, por todas aquellas veces que me ha tocado a mi pagar los platos de otros, haciendo pagar a otros inocentes el sufrimiento que otrora en manos agenas pagamos nosotros, «para cuando me tocó a mi», y utilizando como excusa expiatoria, cargamos con toda nuestra munición a aquellos que no tienen nada que ver con nosotros y mucho menos sus causas o comentarios.
Todo esto viene, porque como artista, ilustradora, muchas veces expondría mis ideas de todo lo que pasa a traves de mis dibujos, pero que por miedo a posibles ataques a mis opiniones como les ocurre a otras personas, simplemente no lo hago, no los publico y dejo de opinar públicamente, y que conste que todo lo que digo y dibujo, lo hago con todo el respeto del mundo con la máxima de «no hagas lo que no quieres que te hagan a ti, y respeta y seras respetado», consiguiendo que el resto de la sociedad ejerza sobre mi una censura inconsciente tácita y cruel , de la que sin darnos cuenta nos estamos convirtiendo en el monstruo del que tratamos de escapar.
¿Es acaso este «techo de cristal»parte de esa censura invisible e inconsciente de la que todos somos victimas y verdugos al mismo tiempo, estamos condenados a no entendernos, a odiarnos unos a otros sin motivo, seguro que no hay solución que sea tan palpable que no la veamos por culpa de nuestra ceguera, una ceguera espesa y tupida por los prejuicios sociales?.